
Y es que son perfectos con las tres B, pues siempre tienen el tamaño ideal, un sabor fabuloso y sobre todo aún precio accesible para el bolsillo de cualquiera. Sin duda alguna el favorito de los clientes es el de chicharrón, pero los de papa y frijol siempre son el complemento perfecto para darte un botanon y a veces uno de ojo puede terminar de alegrarte el alma.
Y la que la verdad es muy difícil aquel que se pueda resistir a esta delicia culinaria, sobre todo lo que le da un toque perfecto y característico es su rica salsa que siempre va en esa cubetita de colores o en un buen frasco de mayonesa con esos chilitos en vinagre que a todo mundo vuelven locos para chuparse los dedos.
